El arte de criar sin complejos
Desde el jardín maternal New Mills compartimos una guía para padres anteponiendo las necesidades del bebé y alejándonos de juicios, falsos mitos e ideas preconcebidas.
“El arte de criar sin complejos” a través del vínculo cálido y afectivo, “no lo tengas tanto a upa que se acostumbra”, “No le dejes que duerma la siesta porque si llega más cansado va a dormir mejor”.
El arte de criar sin complejos
La necesidad de contacto del bebé
Aquello de “no lo tengas tanto a upa que se acostumbra” hace que muchas personas no demuestren toda la afectividad y el cariño que realmente sienten. “Cuando hay contacto piel con piel, se libera oxitocina, la llamada hormona del amor. Aparte de sus funciones biológicas fomenta en los padres esa sensación de capacitación en la maternidad y paternidad, favorece los lazos afectivos entre personas y, en definitiva, el desarrollo de un vínculo de apego seguro”. Un niño con un vínculo de apego seguro se convertirá en un niño seguro, que conoce los límites, que es capaz de explorar su entorno y que a nivel afectivo es una persona confiada.
La necesidad de sueño del bebé
“No le dejes que duerma la siesta porque si llega más cansado va a dormir mejor”… Pues no, al final el sueño es un proceso psicoevolutivo, un hito del desarrollo igual que conseguir que el niño camine. “Tu bebé sabe dormir, lo que pasa es que lo hace de una manera totalmente diferente a la de un adulto. Cuando el niño nace, tiene un ritmo ultradiano. Esto significa que en un ciclo de 24 horas él tiene microdías que, dependiendo del bebé, duran hora y media, dos o tres horas en las que el niño come, duerme, lo cambias… A medida que va haciéndose mayor va madurando y adquiriendo la capacidad de estar despierto durante el día y dormido por la noche, que es el ritmo circadiano, lo que normalmente hacemos los adultos. Lo que pasa es que ese proceso va poco a poco”.
La necesidad de dejarlos crecer
“Un niño sobreestimulado es un niño que no va a saber aburrirse, no va a entender bien los tiempos y siempre va a necesitar tener millones de estímulos porque ha aprendido a desarrollarse así”, sostiene Salmerón. “Y un niño sobreprotegido va a ser muy inseguro porque necesita en todo momento el apoyo de otro. Si no, llegará a la adolescencia sin saber cómo afrontar los problemas”.
La necesidad de ser alimentados
“La lactancia cubre dos necesidades del niño: la succión nutritiva y la no nutritiva. El niño que toma lactancia materna generalmente no quiere chupete, porque el pecho cubre ambas funciones. Sin embargo, si el niño toma biberón usará el chupete para la succión no nutritiva”. Como pediatra Salmerón recomienda la lactancia materna, “Aunque sea lo ideal, eso no quiere decir que funcione para una familia en concreto. Y optes por la lactancia que optes, recuerda mantener el contacto (coge a tu bebé si le das el biberón, abrázalo, deja que te acaricie…) y que no hay necesidad de despertarlo cada tres horas si no te lo pide”.
“Cuando un libro te dice cómo tienes que actuar y te da unas directrices cerradas, probablemente se equivoque porque le servirá a unos padres pero a otros no. El cómo haces las cosas depende mucho de cómo sean tu bebé y tú, de todo lo que hayas vivido y de cómo te comportes en otras esferas de tu vida. Al final hay muchos caminos correctos”. Y sobre todo, es importante que seamos conscientes de que no somos ni seres ni padres perfectos, que cometeremos errores y que no pasa nada.
No hay manuales ni instructivos para ser “los mejores padres” pero estamos seguros que deseamos lo mejor para nuestros hijos.
Del libro “Criar sin complejos”. María Angustias Salmerón EDAF, 2018.
Más información: https://elpais.com/elpais/2018/04/26/mamas_papas/1524749473_879004.html