Bilingüismo: cuanto antes, mejor...

Los niños son perfectamente capaces de diferenciar dos lenguas desde el cuarto día de su vida.

Un error frecuente cuando hablamos de bilingüismo en edades tempranas es pensar que puede producir un retraso en el desarrollo del lenguaje de nuestros hijos. Un error que lleva a muchos padres a esperar a que el niño sea capaz de desenvolverse en un idioma antes de empezar con el segundo.

Tanto Kati Szeless como Raymonde Sneddon, ambas bilingües y reconocidas expertas en investigar sobre la relación entre el aprendizaje y enseñanza de idiomas, coincidieron en señalar la importancia de empezar a enseñar a los niños una segunda o incluso una tercera lengua lo antes posible.

Apuntan estas expertas, “empezar a oír el sonido de otra lengua, aprendiendo de una forma estructurada, usando una lengua concreta, en un momento en concreto, es una buenísima manera de iniciar a los niños y a los padres y un buen ejemplo de cómo empezar a criar un niño bilingüe”.

Se trata sobre todo de convertir la lengua en un juego, encontrar actividades y contar historias para atrapar el interés de los más pequeños, por ejemplo, a través de los cuentos. Al hablar una segunda lengua convertimos la competencia lingüística y comunicativa que ya poseemos y reconstruimos nuestra cultura del significar.

Los niños bilingües se concentran mejor, son capaces de descartar fácilmente la información que no es útil.

Tienen más capacidad para analizar y resolver problemas de lógica y matemáticas. Al cambiar lenguas tienen que pensar en qué lengua es mejor hablar, según el momento.

Entre las 38 y 40 semanas de gestación, la voz de la madre es la preferida para el bebé. La lengua materna es la de la madre.

A los cuatro meses de vida, el cerebro ya hace hipótesis sobre lo que debe ejecutar para emitir sonidos: a más fonemas, más percepción.

La primera lengua extranjera es lengua puente para aprender otras. Los chicos bilingües tienen mayor flexibilidad cognitiva, influye en la toma de decisiones y mejora la eficacia de los procesos selectivos.

“Para aprender un idioma es fundamental consistencia y estructura”, “y requieren que se adapte su acercamiento al idioma según la fase de desarrollo en la que se encuentren, porque el bilingüismo en edades tempranas destaca por las capacidades que va a aportando, no por la velocidad a la que se adquiere”.

Es decir, que primero, los niños lo escuchan y aprenden a diferenciar el sonido, luego empiezan a balbucear palabras, luego a formar pequeñas frases, y así sucesivamente.

¿Cómo se organizan los Grupos en New Mills Kindergarten?

Baby Mills: 45 días a 8 meses
Toddler Mills I: 8 meses a 16 meses
Toddler Mills II: 16 meses a 24 meses
Kindergarten: 24 meses (2 años)
Kids: 3 años
Pre K-School: 4 años

Bilingüismo en edades tempranas.